domingo, 7 de noviembre de 2010

Recuperando fuerzas (Nano día 6)

Fin de capítulo 3. 8,111 palabras. ¡Qué empiece la acción de una vez! Estar en mi casa tiene un efecto negativo sobre mi productividad general. No se si será el tener a mi gata por aqui, que me pega el gandulismo, jeje. Pero bueno, por los foros de Nano se dice que siempre se puede recuperar escribiendo cantidades masivas los últimos días. De repente eso tiene sentido. Estos 3 primeros capítulos son como una introducción, hay cosas que explicar, lo personajes tienen que conocerse... pero no pasa nada realmente interesante. Sin embargo, ahora es cuando empieza la acción (tras un pequeño salto temporal en el que Dane podrá hablar el idioma de Éan a nivel usuario y él, Lyan y Emmet se habrán vuelto inseparables) y, claro, pienso que eso darán más ganas de escribir, de seguir adelante y de llegar hasta el final.
Resumen, tengo la esperanza de que conforme avance la novela sea más fácil escribir 1.600 palabras del tirón.
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Dane suspiró. Estaba claro que le habían metido en una historia complicada. Lo que más le fastidiaba era que, incluso en ese punto en el que apenas conocía al muchacho, le era imposible mirar para otro lado. Le pasó el brazo por los hombros y le obligó a apoyar la cabeza en su hombro. Permanecieron así, en silencio, durante lo que parecieron horas. Entonces Dane notó que Lyan estaba empezando a dar pequeñas cabezadas y decidió que un poco de sueño le vendría bien a ambos.

- Ven, vamos a dormir, mañana nos espera otro largo día. – Le dijo mientras recolocaba las mantas. Con un gesto le indicó que podía dormir con él. Con el indicio de una hermosa sonrisa, el moreno se tendió a su lado. A su favor tenía que decir que no hizo ningún intento de invadir su espacio personal, simplemente se quedó echado a su lado, compartiendo las mantas como dos buenos amigos. Antes de cerrar los ojos le dedicó una sonrisa completa.

- Dane es buena persona, yo se.

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