2- Eso de escribir en el escritorio es para burgueses. Lo mio es escribir con el portátil tirada en la cama.
3- Cuando intentas forzar una historia no consigues más de 50 palabras por día. Eso sí, cuando por fin encuentras la manera correcta de contar una historia, las palabras se plasman solas en la pantalla.
4- Cuando estás nervioso, nada mejor que escribir un rato para calmar los nervios.
En definitiva, que después de estar días y días intentando escribir el ejercicio de este mes, esta tarde he conseguido sentarme y escribir la historia de un tirón.
Por otra parte... ¡cuatro días para que comience el Nanowrimo! Tengo... bueno, tengo más de lo que tenía el año pasado. Sé más o menos de que va la historia, el tono que quiero que tenga y (hecho insólito y sin precedentes) todos los protagonistas tienen nombre (que no apellidos).
Espero pasármelo muy bien este mes de noviembre. La protagonista es una vieja conocida, la encantadora Blue. Ya escribí un relato muy corto sobre ella y Black para otro ejercicio del grupo y desde entonces ha madurado y cambiado bastante (aunque sigue siendo el algodoncito de azúcar que todos adoran).
Lo que más a cambiado es el mundo en el que se mueve y la gente que la rodea. En un principio la historia la planeé para que fuera una historia romántica, pero mis instintos me pueden y al final va a ser más bien fantasía urbana.
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