lunes, 11 de julio de 2011

Adictos a la escritura, proyecto de julio

Uff, pensaba que no iba a llegar a tiempo. De hecho, ayer por la tarde aún estaba preguntándome que diablos iba a escribir, jeje. Hoy se cumple un año (¡feliz cumple!) desde que nació el grupo "Adictos a la escritura". Yo llegué justo cuando finalizó el primer proyecto, así que para mi ha sido un casi año en el que lo he pasado muy bien con los proyectos de cada mes (aunque me he saltado mas de los que me gustaría). El caso es que el tema para el reto de este mes era "cumpleaños", y por desgracia esa es una palabra que a mi no me inspira mucho. Al final lo que me encendió la bombilla fue una mezcla de cierto musical (y libro y serie) y un proyecto a muy largo plazo basado en este. Bueno, dejo de soltar rollos y dejo lo importante, el relato de este mes, enjoy!

El permiso del fugitivo

Miró al cielo y vio que el sol empezaba a caer. Ya veía el mar en la distancia y sabía que al ritmo que iba llegaría justo al anochecer. Aún así, picó espuelas esperando no agotar demasiado a su caballo en los últimos kilómetros que le quedaba para llegar a la playa. Sabía que era absurdo, que por mucho que corriera el sol no iba a desaparecer más deprisa y que no pasaría nada hasta que no acabara el día y pudiera ver las estrellas en el cielo. Todos los años esperaba con ansia que llegara el día 11 del séptimo mes, el cumpleaños de su amado y odiado John.
Cuando llegó a la playa el sol aún le calentaba los brazos, pero aún así se dio prisa en bajar los fardos que llevaba su montura y en preparar una tienda decente para pasar la noche. Una vez el pequeño campamento estuvo montado, recorrió los alrededores juntando ramitas y troncos secos que apiló frente al mar. Solo entonces, se sentó a esperar. Justo cuando el último rayo de luz desaparecía en el cielo vio una antorcha que le iluminaba.
Allí estaba él, radiante como siempre a pesar de vivir en constante huída. Al principio, antes de que todo empezara, había sido hermoso, muy hermoso, pero ahora el sufrimiento se reflejaba en sus arrugas y en su pelo blanco. Sin embargo, para él seguía siendo el hombre más guapo de toda la Tierra. Además, a él los años no lo habían tratado mucho mejor. ¿Cuánto tiempo había pasado? Quince, veinte años… demasiados, sin ninguna duda. Sin decir una palabra, entró en el campamento y encendió la pequeña hoguera.
−Wilson. −Dijo finalmente casi sin mirarle a la cara. Se sentó a su lado, acercándose tanto como pudo a la hoguera.
−John, −respondió sin apartar los ojos de aquella figura que, pese a los años, seguía siendo poderosa. Entonces vio que estaba empapado−, ¿por dónde has venido este año?
−Señor inspector, −dijo con una sonrisa en sus labios−, creía que hoy era mi día de permiso. Deje sus interrogatorios para cuando consiga por fin echarme el guante… si es que lo consigue alguna vez. −Había pasado quince… o quizá veinte años intentando arrestar a ese hombre y, aunque en ocasiones había llegado a rozarlo con los dedos, nunca lo había conseguido. Aún así no perdía la esperanza−. Hoy es mi cumpleaños, que no se te olvide.
−No, no lo olvido. −Respondió mientras alargaba la mano para tocar su rostro y obligarle a mirarle a los ojos. Allí aún vivía aquel brillo que cautivara su corazón tantos años atrás, un brillo que ni siquiera los largos años a la fuga habían podido tocar−. El único día del año en el que yo dejo de ser un policía y tú mi fugitivo.
−Es un buen regalo. Si no hiciéramos esto no volveríamos a vernos jamás −comentó con su habitual sonrisa torcida.
−No digas eso, no sería capaz de vivir sin ti −y era verdad, pero siempre se castigaba mentalmente por ser tan sincero con él. Ya bastante creído se lo tenía.
−Lo sé −respondió mientras le pasaba un brazo por los hombros para atraerlo hacia él. Wilson se dejó llevar y apoyó la cabeza en su hombro. La primera vez que hicieron eso había acabado con una sensación extraña en el estómago. Durante semanas fue incapaz de mirar a ninguno de sus compañeros a la cara, sabiendo que había tenido entre sus brazos a un criminal y lo había dejado marchar. Sin embargo, la alternativa no habría sido mucho mejor, ya que para detenerlo habría tenido que romper la promesa que le había hecho a John y él era un hombre que nunca rompía sus promesas. Con el paso del tiempo la culpa se había hecho más llevadera, pero nunca había llegado a desaparecer del todo. Aún así, no podía evitar esperar con ansía esos cumpleaños.
−Este año no escaparás.
−Claro, claro. Igual que el año pasado y el anterior.
−Este año te atraparé.
−Lo que tú digas −Lo atrajo más hacia si para rozar sus labios en un suave beso−, pero te repito que hoy es mi cumpleaños, vamos a celebrar.
−Sí… −suspiró−, feliz cumpleaños.
Sin una palabra más se dejó llevar por sus fuertes brazos, por sus suaves palabras. Sabía que John disfrutaría de aquella noche al máximo, siempre se le había dado bien vivir el momento. Sin embargo, entre aquella maraña de amor y placer, Wilson no podía evitar pensar en el largo año que le esperaría por delante persiguiendo a aquel hombre al que tanto amaba. Sobre ellos, la luna continuaba su camino y el azul del cielo había dejado de ser tan oscuro cuando, por fin, Wilson cayó rendido sobre la arena, incapaz de mantenerse despierto ni un segundo más.
Tenía la sensación de apenas haber dormido unos minutos, pero cuando escuchó los graznidos de las gaviotas y abrió los ojos vio el sol sobre él. Miró a su alrededor, sabiendo de antemano que iba a encontrar. El mar frente a él, la hoguera fría desde hacía horas a su lado y una carta sujeta al suelo con una concha. “Hasta el año que viene” rezaba la elegante caligrafía. Igual que todos los años. Suspirando, empezó a recoger el campamento y a cargar a su caballo para volver a la ciudad.

lunes, 4 de julio de 2011

Wikio

En plena sequía de inspiración (que por más que me repita que eso del bloqueo del autor no existe, no hay manera de que vuelva a escribir) una amiga me pasó está página. Wikio reúne a redactores freelance y les propone diversos temas. La gracia está en que eres tú quien eliges sobre lo que quieres escribir (siempre que el tema lo proponga la página) y no tienes obligación de escribir un número determinado de artículos por mes, si no que escribes a tu ritmo. Aparte, dan una pequeña remuneración por artículo (que aumenta con las visitas que tenga el artículo), que nunca viene mal.
La página es esta: http://www.wikio-experts.com
Y aquí están algunos artículos que he escrito:
- ¿Cómo aprender a tiras las cartas del tarot?
- Cinco ideas originales para mejorar una casa de muñecas
- Amigurumi: peluches de ganchillo fáciles y adorables

Como veis los temas son de lo más variopinto. Si alguna está interesada en la página y no os importa, me gustaría invitaros (ya que te dan algunas ventajas si invitas gente, lo normal en estas páginas).